sábado, 18 de julio de 2015

Sexo y familia: una arma de doble filo

Por: Dra. Anabel Ochoa
El presente oferta nuevas actuaciones de los vínculos entre personas que se protegen mutuamente bajo un mismo techo. Nos venden la familia como una buena para todo. Y puede que lo sea, pero puede no serlo ¡ojo! Bajo esta palabra dulzona se amparan también mil y un atrocidades escondidas en silencio bajo un techo que todo lo tapa. Aquí se desarrolla lo mejor y lo peor del sexo sin discernir nada. Queremos algo más, de verdad y sin cuentos. Llegó el tiempo de airear y revisar los tópicos. No se vale hablar de valores cuando son contravalores maquillados en un lema ciego. No sirven. Mejor quitar la venda, y luego hablamos. Si queremos crecer, no queda más remedio.
La preservación de la sexualidad del cachorro humano, el renunciar como un ente calenturiento y cuidarlo, debería de ser de los valores más sagrados del grupo llamado familia, para diferenciarse de cualquier otra bestia que no distingue entre lo propio y lo ajeno.

¿Qué es la familia?
El concepto es romano. La palabra “familia” deriva de fámulo criado. En la Roma Clásica la “familia” era un grupo que convivía en la misma casa, incluidos los sirvientes (criados) que precisamente se criaban al calor y protección de ese techo. Pero las llamadas “familias” tienen y han tenido formas muy variopintas a lo largo del tiempo y en distintas culturas. En general se trata del grupo de sangre y allegados que comparten el sustento y refugio, que se amparan mutuamente frente a lo externo, y que tienen diferentes éticas internas que cambian la definición de lo bueno y lo malo.
En la tribu primitiva, “familia” era lo mismo que comunidad social, pertenencia múltiple, no de pareja sino más amplia, compromiso de clan o raza; los hijos podían ser libres, violados, casados desde niños o compartidos. Actualmente la “familia” tiene aún muchas formas. Para muchos musulmanes sus cuatro esposas, decenas de concubinas y los descendientes habidos con todas ellas son su “familia”.
En Indonesia, los recién casados se hacen cargo de los suegros ancianos y los mantienen viviendo en “familia”. En India la pareja más joven que se casa sustenta a los padres de él, nunca a los padres de ella, razón por la cual  saben si paren una hija están perdidos al envejecer como “familia”. Lo mismo los esquimales que además llegan a ofrecer a la propia esposa al visitante como signo apreciado de hospitalidad. Las niñas en Tailandia aprenden a manejar sus músculos vaginales desde chiquitas para ser buenas amantes y la cama forma parte de los principios educativos básicos. Los gitanos exigen la sábana manchada a la desposada. Los judíos obligan a desposar a la viuda del hermano sin remedio. Y así sucesivamente bajo todas las formas y códigos morales que imaginemos.

La familia que conocemos como tal
En el llamado mundo de Occidente, la revolución industrial de principios del S. XX acabó con la gran “familia” de varias generaciones que convivían en una misma casa. De pronto el obrero de una fábrica contaba con un sueldo, se acabaron los negocios familiares, era un asalariado y tuvo que inventar la llamada “familia nuclear”: el hombre, su esposa y sus hijos, y nada más. Ya no hay lugar para los abuelos improductivos en pequeños departamentos que emulan colmenas humanas. Progresivamente esta célula nuclear controla el número de hijos, tiene menos porque no caben y no alcanza. Además, la mujer dotada de anticonceptivos deja de ser una hembra pasiva y paridora y se incorpora al mundo productivo en vez de atizar los fogones y dedicarse a la crianza. Esto último es lo más reciente que heredamos bajo el nombre de “familia”.

Pero no todo ocurre en distintos espacios planetarios al mismo tiempo. La España de Franco, todavía en los 70s, premiaba económicamente a la familia numerosa hasta morir de parto las concursantes en el intento de superar los diez hijos y ganar el premio. Ahora la “madre patria”, es el país con menos nacimientos del mundo y donde nadie quiere verse reproducido, se encontraría prácticamente en “crecimiento cero” hasta límites vertiginosos si no fuera por el flujo de inmigrantes. La China del presente castiga tener más de un hijo, como si fuera delito. En la India las feministas llegan a prohibir el ultrasonido que adivina el sexo del feto en el embarazo, porque si es niña la eliminan. Y esto son solamente pequeños ejemplos de la diversidad de opciones frente al asunto. Parece que en el mundo hay de todo y para todo, y los llamados “valores” se contradicen según cómo, cuándo y dónde.
Sin duda las tribus humanas, sean cual cuales sean en sus creencias o en el tiempo, siempre han celebrado éticas para ser eficaces en su medio. En unas exigía la virginidad porque no existían anticonceptivos, y por tanto la relación extramatrimonial era lo mismo que traer un hijo de otro y heredar las tierras del vecino con un bastardo escondido. En otras se compraban mujeres, niñas incluso, porque las hembras sexuales resultaban débiles al ser permanentemente preñadas, igualando reproducción y sexo. Y todo ello era lógico, adoptado al mundo en que vivían. La abuela enseñó a la madre, la madre a ti y tú a tus hijos porque todo era lo mismo y nada mutaba.
Pero todo cambió de pronto, radicalmente a partir del descubrimiento de los anticonceptivos. La mujer dejó de ser un horno preñable por sistema, para inaugurar una sexualidad que distingue entre reproducción y placer, todo un susto para los viejos sistemas porque nunca antes la humanidad había conocido algo así, de una manera tan clara y definitiva. Sin duda, era necesario cambiar las éticas, las morales del bien común y adaptarse a los tiempos, revisando conveniencias de la comunidad, bien y mal para vivir, tabúes y preceptos. Pero no fue tan eficaz, al menos no fue tan rápido como la vida misma en la que ocurrían otras cosas. Anclados en un pasado obsoleto que hablaba de mundos que ya no eran éste, los humanos seguimos leyendo apolillados libros para saber conducirnos como si nada hubiera cambiado. Y claro, sin duda surge el malestar de la cultura, la incomodidad de los sujetos, la injusticia de la norma que no se ajusta, lo obsoleto de los códigos y la necesidad de revisar cuanto antes las enseñanzas que regulaban una realidad que cambió sin remedio.

La Familia ideal
Dejando de lado otras culturas, en la nuestra persiste un sueño familiar como una especie de paraíso perfecto del que provenimos y merecemos. Aunque la realidad sea otra. Reclamamos socialmente este parámetro idóneo y onírico en lo personal, en lo social y en lo político. En el fondo eta perfección familiar es una utopía, una imposible perfección teórica que no se da, pero que se maneja cotidianamente como si existiera en verdad lo funcional. A la hora de los hechos, resulta finalmente todos somos disfuncionales y acabamos relatando un pasado personal en el que algo falló frente a la postal familiar peliculera.
¿Cuál es la familia ideal que nadie tiene al cien por ciento? Te invito a que la dibujemos aunque resulte fantástica, soñemos un rato con el mito. Aquí el cachorro nacido de hombres y mujeres estará protegido frente al mundo exterior por largo tiempo, mucho en verdad si tenemos en cuenta que nuestra especie tarda nada más y nada menos que dieciocho años en ser legalmente independiente, que no es como el pajarillo que se abandona en cuando sabe volar. El humano, a diferencia de otras especies, es el más inmaduro a la hora de nacer, pero el que más progresa –o se deteriora, ¡Ojo!—en esos años de contacto y aprendizaje con el mundo exterior. Esta familia utópica de una clase media que nos venden tiene un rasgo característico a diferencia de otras, y resulta encantador: es generosa en sus aportaciones, parece darlo todo a cambio de nada, es decir que provee al hijo de herramientas que no redundan en beneficio material inmediato para los padres sino que, al contrario, todo el esfuerzo parece encaminado a que aprenda a vivir sin ellos. Es un gasto, siempre. Por eso esa familia ideal aportaría al menos lo siguiente:
·         Alimento sano, nutritivo, delicioso, variado, rico, educado y regulado a sus horas, rechazando el capricho que no nutre. Siempre comerías frutas y verduras.
·         Educación generosa, en la escuela largos años, más de veinte incluso, renunciando al chiquillo como mano de obra para la familia, formándolo de modo que sea eficaz para sí mismo en un futuro, en vez de serlo para los ancestros.
·         Techo, refugio seguro y eterno frente a la intemperie del mundo externo: la casa familiar de la cual irte y regresar siempre si algo falla.
·         Identidad con dos apellidos, garantía de no ser casual ni bastardo.
·         Historia, origen, referencia y pasado para saber quién eres, de dónde vienes, aportando símbolos de lo universal, lo biológico, lo patrio, la raza, el clan, y el vecindario.
·         Herencia material prometiendo un patrimonio cuando te falten los proveedores, tengas la edad que tengas. Un seguro de vida frente al fracaso de lo propio en el intento de ser autosuficiente.
·         Herencia genética, sobrevalorando los rasgos de la familia siempre como positivos (valor, audacia, fuerza, inteligencia, resistencia, honestidad, etc.), obviando las debilidades físicas y psicológicas del grupo que se repiten generación tras generación.
·         Apoyo emocional. Ser eternamente comprendido aunque falles, digan lo que digan otros, ser importante para ellos, único. Siempre te quieren, siempre te querrán si precio, aunque amantes y amigos estén pidiendo algo a cambio de tu persona. Aquí es gratis y garantizado.
·         Seguridad física y psíquica basada en los otros dones (casa y apoyo). Pero también en la enfermedad, a modo de seguro como tisana frente al pánico a la muerte. Aun siendo tarado, inútil, aunque los demás fallen porque no eres capacitado, siempre están ellos.
·         Amor como ejemplo en la propia pareja de los padres unidos eternamente pase lo que pase, en la prosperidad y lo adverso, en la alegría y la tristeza.

La familia sexual ideal
Continuando con el sueño de lo que debería ser y no es, la familia perfecta pretendida te estaría aportando a estos niveles, cuando menos…
·         Educación sexual clara y honesta desde el principio, sabiendo si eres hombre o mujer, alegremente, sin taras estúpidas de roles y género, comprendido, incluso si eres gay minoritario o diverso, informado de resortes del placer de tu mente y de tu cuerpo, de proceso, de prevención de enfermedades y embarazos, para manejarte algún día por ti mismo, sin sucumbir en el intento.
·         Castidad sexual garantizada en el grupo familiar durante la infancia, preservando el tesoro erótico para su futuro autóctono: no abuso, no incesto, respeto hormonal desinteresado para que luego ejerzas tu sexualidad, afuera, sin presiones, nunca dentro.

La familia perversa
No todos los hogares son garantía de cobijo. No todos los techos se florecen libremente para emigrar afuera completos. A veces, muchas –demasiado me temo—se sale roto y dañado. Hay hermanos que se matan por la herencia, mujeres que son viudas a propósito, hombres que las golpean hasta reventarla, calladas sometidas que nunca se redimen, puñaladas y traiciones que la sangre común no impide, celos enfermizos. Hay niños abandonados en la calle desde la tierna infancia. Hay mujeres prostituidas por el padre, la pareja y hasta el hermano, padrotes de su familia. Incluso en el mejor de los casos hay cuernos, mentiras y engaño como rutina. No se trata de rasgarnos las vestiduras sino de, simplemente, que la palabra “familia” no ampare un tópico Cuando lo es de verdad, no hay nada mejor en este mundo.

Sin duda no existen los modelos teóricos perfectos. Ni se da la familia ideal, ni todos somos tan espantosa y absolutamente fracasados en el intento Digamos que vivimos a medias entre uno y otro polo. Pero las cifras de lo que sucede deberían de suponer una alerta, una obligación de intervenir para conciliar la realidad con el sueño, en vez de taparnos los ojos y seguir repitiendo palabras típicas como estúpidos ciegos de sí mismos. Plantemos cara al asunto: Frente a esa familia ideal de la que hablamos todo el tiempo, lo que pasa ahora mismo entre nosotros es bien distinto. Por ejemplo sucede que tenemos…
·  Alimento pervertido: Enfermos de bulimia por comer en exceso consolando las carencias afectivas, anoréxicas para ser más flacas como el prototipo de belleza prometido para ser amada, diabéticos por exceso de azúcar, con corazones fracasados por la grasa, alienados por el maíz transgénico de las tortillas, envenenados por la leche radioactiva, dementes por las “vacas locas”
·   Educación. Analfabetas funcionales (40 por ciento de los letrados) que leen y no entienden nada, que no sacan conclusiones vitales útiles para sí mismos aunque hayan estudiado, porque la realidad miserable no dio tiempo a procesar las cosas y presiona todo el rato, “licenciados chatarra” de carreras que no sirven para nada, o artistas insatisfechos de su vocación abortada que en vez de atenderla, obedecieron la indicación familiar de ser administrador de empresas porque era rentable.
·    Techo. Casa paterna hipotecada por el banco, incautada por el fisco, asegurada por la policía, vendida por necesidad o conveniencia, mal repartida entre hermanos avaros, mal vendida por necesidad inminente, sin registro a falta de papeles, mansión usurpada a los vecinos por el bienestar propio robando al otro, desalojada por estar en zona de riesgo, inestabilidad de paracaidista, reconvertida en área ecológica o tumbada por la ceniza del Popo.
·         Identidad. Apellido materno si hay suerte, y la historia de un padre siempre ausente a cambio.
·         Divorcio: Uno de cada cuatro hogares mexicanos está regido por cabeza femenina. El teórico “paterfamilias” es polígamo y abandonador del núcleo familiar, ausente y rara vez responsable del sustento de su pasado. Las parejas se forman sin la honestidad de objetivos comunes, sin pretender ser cómplices ni amigos, confundidas y engañadas por cuerpos y chequeras que estallan de infelicidad en el tiempo.
· Violencia intrafamiliar. El cincuenta por ciento de los hogares son víctimas de la violencia en casa: física con resultados hasta mortales, o psíquica con destrucción de la autoestima hasta el suicidio. Se ejerce contra la esposa sobre todo, pero también sobre los hijos que quedan dolorosamente marcados y casi siempre repetirán el patrón destructivo al formar su propia familia.
· Abandono de hijos. Hay ya 30, 000 niños de la calle censados en el D F , desde los tres a los 17 años Sin comentarios.
· Abandono escolar. Es habitual en medios marginados donde el hijo es una mano de obra necesaria para que sobreviva la familia y no se pueden permitir el lujo de tener una boca que alimentar sin que produzca nada.
· Drogas. Para escapar de una realidad insoportable, consuelo por minutos con una sustancia dura que, aunque mate, resulta menos sentenciosa que un destino a todas luces siniestro durante mucho más rato antes de morirte finalmente de cualquier otra cosa.

La familia sexual perversa

Bajo el mismo techo también se cuece la perfidia, aprovechando lo cercano para nuestra parte oscura irresoluta Por desgracia, no se trata de historias negras, morbosas y policíacas. Es cotidiano el fracaso en este nivel. Tal vez la preservación de la sexualidad del cachorro humano, el renunciar a verlo como un ente calenturiento y cuidarlo, debería de ser de los valores más sagrados del grupo para diferenciarse de cualquier otra bestia que no distingue la familia entre lo propio y lo ajeno. Pero no es así, y mejor saberlo para decidir qué hacemos y de qué estamos hablando. La realidad es muy otra, veamos:

·  Abuso sexual en familia. El quince por ciento de las niñas y el diez por ciento de los varones son abusados sexualmente en familia, rara vez por extraños. No nos engañemos porque estadísticamente el delito ocurre en este orden de protagonistas: padrastro, padre, abuelo, tío, primo, cuñado y allegados a la casa que tienen acceso y confianza del menor.

· Fracaso sexual como hombre porque aprendiste la prepotencia y el abuso, el abandono, el desprecio por la hembra frente al macho, la eyaculación precoz, ciego de egocentrismo, el drama de la impotencia confundida con la hombría, la obligación de ser fuerte y proveedor, de ser rico para que te quieran, de no poder llorar jamás en un hombro comprensivo a cambio del poder machista dado.
· Fracaso sexual como mujer porque te negaste el placer para ser digna, confundiendo el dolor con la virtud, el sacrificio con la felicidad que merecías, sin saber de tu cuerpo nada y advertida de que ellos “quieren lo que quieren” y siempre sales perdiendo. Jamás hay ganancia Llamándote “dejada” si no hay marido, “ofrecida” si tomas la iniciativa, diciendo “fracasé” si te embarazas, o “me alivié” si hay parto. Eso sí, eternamente “vieja” aunque tengas quince años.

· Fracaso sexual como hijas e hijos asustados por la desinformación, creyéndote merecedor de quedarte ciego o con pelos en la mano por tocarte cuando clama la hormona. Analfabetas de los anticonceptivos, con embarazos no deseados, abandonando hijos, negándolos, abortando y muriendo en el intento, sufriendo a solas, enfermos de promiscuidad absurda, enfermos terminales de calentura por no proteger el sexo, de Sida, cáncer cérvico-uterino por el papiloma humano. Desechados por ser homosexuales como si fuera voluntad propia y culpa o vicio en vez de la naturaleza que a nadie pide permiso.


Las nuevas familias

Por mucho que invoquemos la palabra “familia” como un invento único, la historia nos demuestra que este nombre genérico ha servido para muy diversas cosas a lo largo del espacio y el tiempo. Por ello sin demasiado error lingüístico se habla ahora de “nuevas familias”, que en realidad siempre lo fueron respecto a un pasado. Aquel grupo nuclear postindustrial que podría ser delictivo frente a la gran familia de varias generaciones, se ve ahora igualmente penetrado por otras formas impensadas de convivencia que habremos de observar tranquilos, sensatos y sin miedo a que se nos caiga nada. Lo que tienes en verdad como afectivo no puede sufrir amenaza alguna; lo que no tienes, eso sí se tambalea con las innovaciones, y hasta es lo mejor que te pueda pasar frente a la falsedad de lo que aparentabas sin ser cierto. El presente ofrece nuevas actuaciones de los vínculos entre personas que se protegen  mutuamente bajo un mismo techo.  A saber, y sobre todo a pensar…
Parejas gay de dos hombres o dos mujeres que pactan una vida en común, bajo un lema interno amoroso, pero socialmente bajo un lema de cooperación económica y funcional, que reclama como cualquier ciudadano: derechos de herencia, de impuestos como pareja, de vacaciones familiares, de asociados en diversos fines que son reconocidos a la pareja hombre-mujer, de adopción incluso, de enfermedad y visita en un hospital si la pareja se enferma, etc , etc. Grupos de amigos(as) que conviven solidariamente bajo un techo con una economía común, sin ser pareja sexual ni reproductiva, pero que se alían para hacer un frente solidario ante la economía, la protección mutua y los rendimientos sociales. Seres clonados, otros producidos en laboratorio en vez de en la cama, alteraciones genéticas del futuro para las que no hemos desarrollado una ética que urge, cuanto antes, con la mente abierta y sin prejuicios oscurantistas, porque humano será todo lo que desarrolle un hombre. Estarían también las personas adoptadas en las que lo funcional decide el futuro más allá de lo biológico que fracasó en ellos. Y de ahí en adelante la mente preparada para mil y una cosas más que la familia surgen cada día y que ignoramos en la mente cuadriculada de ese concepto en progreso llamado “familia”

El futuro sexual de la familia


La sexualidad parece ser el único juguete adulto, y por ello secreto, y por lo mismo oculto y disfrazado de sufrimiento cínico al formar familias. La pareja de amantes que goza locamente en la cama, niega el placer como confesión cuando tiene hijos. Y les cuenta otra historia. Les habla del amor cambiando oportunamente de tema, del dolor del parto, de los mil y un peligros de entregar el cuerpo bajo la pasión. Lo hacen casi en un ejercicio de amnesia respecto a lo que ellos mismos fueron, como si hubieran nacido frígidos y viejos desde el principio. Frente al cachorro todo es cuidado. Pero en vez del recurso educativo ocultan, y la mentira cínica supera lo pedagógico. Como si no supieran, como si no pudieran. Curiosamente no hacen lo mismo con otras cosas de la crianza; logran —más o menos— ser cabales y que pienses al respecto. Aunque, si recordamos en serio, para aprender a dormir no había mejor explicación que el coco, el hombre del saco, o el diablo blanco que “te come la patita”. La amenaza en definitiva. La solución del dictador tonto cuando carece de argumentos para convencerte de algo. Tienen un miedo irracional a informar a los hijos respecto a la sexualidad, con la fantasía ignorante de que: si les dan las pistas del placer, se convertirán en una especie de monstruos promiscuos e incontrolados que fornicarán sin control alguno. Nada más lejos de la realidad, y a las cifras me remito. La última investigación mundial de ONUSIDA es determinante: las culturas que imparten educación sexual desde la infancia, inician sus relaciones sexuales más tarde, no antes. Por tanto, la precocidad ignorante, la promiscuidad animal calenturienta, es producto de la ignorancia sexual, no de la cultura que lejos de ser un peligro calma y adiestra los instintos para encaminarlos a un fin sin prisa, dueños de los acontecimientos que nos suceden en vez de víctimas de una pasión hormonal que el cerebro no procesa. Mejor aprendemos la lección y nos aplicamos el cuento, sin más disculpas, sin más pretextos miedosos de silenciar, hasta ahora no nos han conducido a nada, salvo al desastre en nuestro proyecto humano.

Fuente: 
Libro:    "El Universo de la sexualidad"
Auor:     Dra. Anabel Ochoa

martes, 14 de julio de 2015

Me cachó mi esposa al internet viendo porno

De los casos de la Dra. Anabel Ochoa.

Eduardo 32 años, abogado, Monterrey, NL.

Estoy en problemas doctora. En las noches acostumbro quedarme al computador resolviendo muchos temas de trabajo que traigo a la casa para no demorar más en la oficina y poder estar más tiempo con mi esposa. Pero finalmente ella se duerme y me quedo solo. En internet la tentación sexual, aunque solo sea  por curiosidad, es grande. Sin poderlo remediar entré a unas páginas pornográficas ¡Qué bárbaras!. En realidad no era la primera vez, ya tenía tiempo haciéndolo entre texto y texto como si nada. Pero el otro día fue terrible. De pronto mi mujer bajó y me sorprendió masturbándome con una escena subidita de tono. Bueno, intentándolo, porque realmente al verla el susto fue tal que de inmediato mi erección se vino abajo. Doctora, fue tragicomedia, porque intenté cambiar de página al sentir sus pasos inminentes y resultó peor, porque entre sin quererlo a una más bestial que no era para nada la que estaba viendo. Pero no había disculpa alguna, yo estaba en unas fachas que gritaban la evidencia, y la pantalla empeoraba por momentos. Se puede imaginar la reacción de mi esposa, no tengo palabras para poder repetir las cosas que me dijo. No me habla, se ha ido a dormir al otro cuarto, quiere divorciarse y, lo peor, se lo ha contado a su mamá, a sus amigas y a todo el mundo, incluso amenaza con comentárselo a los niños. Yo doctora, le juro que amo a mi esposa, que la adoro, que incluso me encanta sexualmente y tenemos una vida íntima de lo mejorcito. Ella y yo hemos compartido videos más de alguna vez, y hasta juguetes íntimos. Nunca le he sido infiel, de lo cual estoy orgulloso siempre, tal vez de pensamiento en alguna ocasión pero no pasó de esto porque yo valoro mucho mi relación con ella. Seguro cometí una torpeza aprovechando la soledad de la noche, pero no soy un monstruo. ¿He destruido mi matrimonio por esto?, Si es así, prefiero castrarme, se lo juro. No puede ser que toda mi vida se venga abajo por una estupidez. ¿Qué hago doctora?, mentir no tiene caso y admitirlo es peor, mucho menos con el tribunal inquisitorial que se ha transformado en torno a mí en toda la familia. Oriénteme por favor.

La Doctora respondió…

Parece que sin remedio tropiezas con las frases terribles de tu profesión de abogado: sentenciado, tribunal, nada que alegar en tu defensa. Mejor deja la deformación profesional, aterriza a la sencilla vida humana donde las cosas no son tan grandilocuentes, mucho más simple todo ello. Para empezar todo esto es un asunto íntimo y personal entre ustedes del que no tiene que participar nadie más, mucho menos la familia. ¿O acaso les mortifica cuando tiene un orgasmo, cuando cambia de postura haciendo el amor o cuando tienen ambos alguna fantasía?, pues es lo mismo, igual de indecente hacerlo extensivo a terceros. Lo que pasa que esta vez no ha sido compartido, amigo, y ése es el error y de ahí viene toda la venganza. Posiblemente ni ella misma lo entiende, ni tú tampoco en estos momentos, pero es preciso que reflexionen ambos al respecto. Nada de monstruoso tiene que te excite lo excitante, para eso está. Nada de monstruoso tiene que seas curioso, es parte de la inteligencia humana que lleva a descubrir nuevas cosas. Pero en lo que sí has fallado es en el pacto de solidaridad para con ella. Eso exactamente es en lo que se siente traicionada. Ponte en su lugar por un momento. Imagina que te dice que te duermas tranquilo que se queda escribiendo unas cartas o haciendo un trabajo, y la cachas en plan “manuela total” frente a unos cueros de hombres. Ah, ¿No qué no?. 

El hecho en sí es infantil, inocente y para morirse de la risa; pero el drama viene en lo oculto. Si tienes una buena pareja, para que lo siga siendo, lo mejor es compartir y confesar nuestras fantasías, saber que nuestra mente es capaz de soñar con todo, pero que nos comprometamos a hacerlo juntos como aliados, eso es lo importante, no es instinto que o hay porque disculparlo sino el compromiso. Si la primera vez le hubieras comentado que descubriste unas páginas que te excitan, de seguro ella hubiera querido verlas contigo para saber por dónde andan tus sueños. A partir de ahí todo sería distinto. Tal vez te hubiera esperado con alguna novedad en el lecho para que no eches nada en falta. Pero no por fuerza, igualmente válido es que te hubiera apachado comprendiendo lo fácil que es fantasear en la pantalla, agradeciendo tu confesión, o que la hubiera visto contigo y te hubiera dado personalmente “realidad vitural” al momento. Que bobo fuiste de esconderte como niño. Y que absurda ella clamando al árbol genealógico por algo que se arregla con una confesión sincera y un buen abrazo.

Habla con ella a solas, dí la verdad y ninguna otra cosa. Incluso muéstrale esas páginas, véanlas juntos y pregúntale si a ella no le parecen excitantes. Explícale la diferencia entre hacer esto y estar en un chat seduciendo a alguien, eso sí es un cuerno aunque también sea fantasía.


Eduardo tienes una gran pareja, no dejes que los convencionalismos y las narices de terceros echen por tierra un tesoro. Te regaño, y la regaño a ella que tampoco supo ser sincera y decir lo que en verdad le dolía de ese asunto. Muéstrele este escrito y hagan algo, no sea niños.

FUENTE: Revista Desnudarse, de la Dra. Anabel Ochoa.

domingo, 12 de julio de 2015

Las Frases de la Dra. Anabel Ochoa: Tiempo

Vivir el presente, habitar el tiempo propio al que tenemos derecho, significa poder diseñar el futuro sin lamentos del pasado.

- Dra. Anabel Ochoa

jueves, 9 de julio de 2015

Diccionario de sexualidad: Orgasmo

Por: Dra. Anabel Ochoa

Orgasmo
La palabra proviene del término griego orgasmón –estar lleno de ardor—. Es el punto máximo de la excitación sexual y posee sin duda efectos benéficos. En el varón culmina con la eyaculación y en la mujer se caracteriza por contracciones de la vagina y el útero. La mayoría de hombres han tenido orgasmos, mientras que las mujeres siguen siendo una minoría la que tiene acceso al “placer de los placeres”. Debemos tener en cuenta que los tiempos de excitación son diferentes para el hombre y para la mujer. Lo femenino requiere de más juego previo y, desde luego, de una estimulación adecuada del clítoris, que es un centro de placer mucho más importante que la vagina. Entre las causas de la anorgasmia femenina destacan las cuestiones psicológicas y los prejuicios morales, sin olvidar la más  que probable ignorancia amatoria de la pareja. De cualquier forma no debe convertirse en una obsesión, porque entonces nos observamos desde fuera y no nos permitimos entregarnos a la experiencia sensual. Autoconocimiento individual y comunicación entre la pareja son las claves del placer compartido. No hay que olvidar que hay varios tipos de orgasmos: Clitórico, vaginal, del punto G, múltiple, secuencial y hasta simultáneo, pero eso será abordado más adelante en esta sección.

FUENTE: Revista Desnudarse, de la Dra. Anabel Ochoa

miércoles, 8 de julio de 2015

¿Por qué tenemos sexo?

 Por Guillermo Cárdenas Guzmán*

Hurgar en el origen de las diferencias sexuales que hoy caracterizan a la mayoría de los seres vivos, así como a las ventajas que esta condición implica, podrían parecerse cuestiones obvias, pero para los científicos evolucionistas no resultan tan evidentes.

¿Para qué sirve el sexo? ¿Por qué existen las evidentes diferencias anatómicas que todos conocemos entre machos y hembras? ¿Cuál es la utilidad de esta característica en los seres humanos?. Para experimentar placer, ser apresurarían a responder los hedonistas consumados, siempre prestos a explorar todos los caminos del goce, o para llevar a cabo la reproducción de la especie, apuntarían las voces más conservadoras, haciendo eco al parecer reduccionista de algunas doctrinas religiosas. Desde luego ambas funciones –placer y reproducción—son relevantes, pero no bastan para explicar la complejidad de la sexualidad y sus múltiples manifestaciones que se han desarrollado hasta conformar una compleja trama socio-cultural cuyas implicaciones van más allá de la biología, ahondando sus raíces en el terreno de lo moral, lo simbólico, lo afectivo, lo inconsciente o inclusive lo económico.

En efecto, el sexo no es sólo un impulso instintivo, sino que, según su contexto cultural puede convertirse en instrumento de represión ideológica; fuente de culpa y remordimientos para quienes lo asocian con el pecado; expresión de amor o traumas infantiles, demostración de poder y estatus, artilugio subliminal explotado por las estrategias de la mercadotecnia, recurso novedoso contra el tedio y la monotonía (en algunas parejas lo contrario) o lucrativa fuente de ganancias. Sin embargo, desde la rigurosa óptica de la genética y la biología evolutiva, el sentido y utilidad del sexo son todavía más difíciles de precisar, toda vez que en la naturaleza existieron organismos que en lugar de reproducirse sexualmente lo hacen a través de otros procedimientos mucho más simples, como la partenogénesis o clonación (duplicación asexual, ahora tan debatida), que les permite proliferar con  rapidez. Para aclarar este planteamiento, vale la pena señalar que los individuos se reproducen, según las ciencias naturales es para asegurar la continuidad de su patrimonio genético a través de sucesivas generaciones. No obstante, esta actividad se halla sujeta al proceso evolutivo por medio del cual solo sobreviven aquellos organismos que a través de cambios importantes en su configuración biológica logran adaptarse mejor a las condiciones de su medio ambiente. Desde esta perspectiva la actividad sexual basada en el intercambio de genes a través de la unión de gametos masculinos y femeninos resulta mucho más lenta y costosa que la clonación, pues en lugar de una simple división celular,
requiere un complicado proceso que, para decirlo en resumen, comienza en la búsqueda de un compañero y termina con la fecundación y el desarrollo embrionario. Semejante consideración ha conducido a formular interrogantes difíciles de despejar ¿Cuándo apareció el sexo? ¿Por qué la evolución se orientó hacia esta forma reproductiva (hoy la practica el 95% de los seres vivos), existiendo otras vías más sencillas para que los organismos se perpetúen? ¿Cuál es la razón de que se mantenga y exista el ser humano?

Mayor variabilidad genética y capacidad de adaptación, las razones. 

En entrevista, el Dr. Rafael Rico García Rojas, sexólogo genetista y miembro del círculo de expansión sexual, explica: "que pasados unos mil millones de años desde el origen de la vida en la tierra –que se remonta a unos 3,500 millones de años—surgió una nueva forma de reproducción (distinta a la simple división que hasta antes prevalecía), basada en la fusión celular y la compartición del material genético. Este fue el evento precursor de la reproducción sexual, que ahora continúa a través de los espermatozoides y el óvulo: una bacteria comenzó a desarrollar un organelo, lo que ahora conocemos como falo, o piti o pene, que sirvió de puente para transmitir el ADN (portador de la información genética) a otra bacteria receptora que sería la hembra. En este momento se introdujo la fusión, de la mezcla del ADN de ambas bacterias produjo una enorme riqueza de material genético, una variabilidad que antes no existía, lo que a su vez provocó una gran revolución, porque por primera vez surgieron organismos con una gran capacidad de adaptación a diferentes ambientes a los cambios ecológicos. Ahora bien, luego de esa fusión  celular (para formar una especie de sociedad microscópica) surgió lo que llamamos protisto o protozoario, un organismo aún más complejo cuyo material genético ya se encuentra encapsulado en un núcleo membranal, a diferencia de la bacteria que contenía el ADN desnudo, denominado plásmido. Este protozoario desarrolló organelos específicos para inyectar el ADN a otra célula protozoaria, surgiendo así el dimorfismo sexual. A partir de este evento, con las sucesivas mezclas genéticas y la asociación de bacterias (simbiosis), siguieron apareciendo organismos cada vez más complejos, hasta llegar a los mamíferos y por supuesto, a los seres humanos”. Para completar esta idea, vale la pena citar a Lynn Magulis y Dorion Sagan, quienes en su libro “Danza Misteriosa” argumentan: “Los primeros órganos con forma de pene aparecieron probablemente en los peces o en los anfibios, cuyos antepasados se habían reproducido únicamente por fertilización externa, desovando en las cálidas aguas de los lagos o en el espumoso océano. Tal vez por eso, la calidez y la humedad del acto sexual humano nos hace pensar en el ámbito de apareamiento (el agua) de aquellos anfibios y peces predecesores de los reptiles.”


El papel del sexo en el futuro

Así pues, puede estimarse que la principal  ventaja asociada con este mecanismo reproductor basado en dos sexos reside, paradójicamente en su propia complejidad, pues el acoplamiento entre individuos de la misma especie pero de diferente sexo crea una amplia diversidad genética, la cual genera una descendencia susceptible de acomodarse mejor a futuras modificaciones en el entorno. Es decir, la reproducción sexual amalgama genes de dos linajes separados permite poner a prueba varias combinaciones de las características de ambos, y aunque ese proceso produce mezclas que no son capaces de habituarse al medio y finalmente parecen también genera otras que consiguen propagarse hacia futuras generaciones.

Como resultado de ello, el progreso en el desarrollo de las especies es mucho más rápido, pero la opresión sobre los individuos que conforman cada especie particular es mucho más severa, pues hay deficiencias que producen sufrimiento y muerte. Visto el asunto desde ángulo, es posible concluir que hasta ahora los seres humanos junto con muchos otros seres vivos, somos mucho más dependientes del sexo de lo que imaginamos, pero no en un sentido peyorativo o patológico, por cuanto este pueda tener de adictivo, ni tampoco en relación con sus oscuras motivaciones inconscientes, sacadas a la luz a partir del psicoanálisis Freudiano, sino por razones biológicas que a menudo son minimizadas. Asi es pues, tal y como sucede con el origen de la vida, el del sexo sigue siendo un tema mucho más fácil de experimentar –literalmente en carne propia—que entender en sus distintas connotaciones.

En consecuencia hay que contemplarlo del modo más objetivo posible como una pulsión esencial que, pese a los obstáculos biológicos y más allá de los condicionamientos sociales, floreció y sigue floreciendo porque con él sobreviven las especies, pero ¿Permanecerá en el futuro? ¿Seguirá prevaleciendo como característica o actividad reproductiva, tal como hoy se le concibe?. Para el Dr. Rico la respuesta es negativa, pues con el surgimiento de la genética de la reproducción, es decir, la fecundación in vitro, el diseño de embriones en laboratorio, el diagnóstico de la carta genómica de los cigotos humanos antes de su implantación, etc., será posible prescindir del coito como técnica reproductiva. Esa es la tragedia, pues el coito sigue practicándose como si fuera la fuente del placer, cuando no es más que un instrumento reproductivo basado en los mismos principios usados por las bacterias hace 2,500 millones de años para transmitir ADN. Por eso dejar atrás la dimensión animal y humanizar la sexualidad mediante el erotismo y la creatividad en cada pareja.

En el futuro la sexualidad se va a dividir en dos grandes vertientes: la reproductiva, que será casi exclusivamente de laboratorio (con el tiempo las parejas recurrirán a estos sitios para fecundar, en vez de usar la cama del hotel o el coche, pues los embarazos serán programados mediante técnicas de manipulación genética), y por otro lado, la placentera, enfocada a la búsqueda del placer, pero sin riesgo de contraer enfermedades, considera el experto, y vaticina: La sexualidad tenderá cada vez más desgenitalizarse, a desligarse de las secreciones corporales, que llevan latente el peligro de transmitir virus, bacterias u hongos patógenos, para enfocarse a buscar un placer más sofisticado, más erotizado.


*Es periodista y colaborador de Familia Saludable, y Muy Interesante. Obtuvo el primer lugar en el Concurso de Reportaje 2000 Roche-Syntex.

Fuente: Revista Desnudarse, de la Dra. Anabel Ochoa.

martes, 7 de julio de 2015

Diccionario Afrodisíaco: Poro

Por Dra. Anabel Ochoa


Poro: Vegetal afrodisíaco que los españoles  llaman puerro. Se consume como hortaliza y es diurético (Allium Porrum). Ya los romanos lo conocían como estimulante sexual. Aunque Nerón tomaba sopa de puerros diaria para mejorar su voz empeñado en el canto y en su apostura en los discursos. Se cree que el poro es una variedad creada por cultivo humano a partir del ajo oriental (también afrodisíaco). Los franceses son expertos en recetas a partir de este vegetal, que lo preparan al horno con vino tinto. Recomendamos la porrusalda de la cocina vasca. La famosa Vichysoise como crema fría, y por supuesto la mexicana sopa de poro y papa.

Frases de la Dra. Anabel Ochoa: Prevención Sexual


La prevención sexual no pertenece a la cama, no es horizontal, sino vertical; es consciente, previa, fría y planeadora. La entrepierna excitada no requiere ya saber nada de razonamientos y prevenciones, de advertencias, sólo quiere frotarse urgida, y no razona.

- Dra. Anabel Ochoa

lunes, 6 de julio de 2015

Diccionario de sexualidad: Aburrimiento Sexual

Por Dra. Anabel Ochoa

Aburrimiento Sexual: Tras la pasión primera del enamoramiento, cuando ya no cantan los pajaritos ni sientes mariposas en el estómago, el fuego de la sensualidad parece apagarse. La vida en pareja, tan cómoda en otros aspectos, puede ser el más potente anestésico contra la lubricidad. Nos acostumbramos el uno al otro y las relaciones sexuales se vuelven rutinarias, repetitivas. Esto no se puede consentir, habrá que echarle mucha imaginación, muchas ganas y pensar que el más perfecto órgano del placer es el cerebro. Recordemos que como adultos la sexualidad es casi el último juego que nos queda, por ello reivindiquemos la parte lúdica de la relación íntima, reclamando esa imaginación y originalidad que sólo dependen de nosotros mismos, de nuestro ingenio y de nuestro deseo de divertirnos. El aburrimiento en pareja genera muchas separaciones que no se hubieran justificado con un mejor manejo del intercambio lúbrico. Contarse fantasías o incluso llevarlas a cabo, incorporar juguetes a la escena nocturna, así como consultar diverso material erótico o pornográfico, introducir el elemento humorístico, o simplemente tomarse el sexo como un ejercicio de la libertad personal, posiblemente ayude a evitar algo de la infidelidad y el engaño tan comunes.

FUENTE: Revista Desnudarse

Infecciones de Transmisión Sexual: Las Venéreas de Venus

Por: Dra. Anabel Ochoa


El concepto de venéreas está ahora en desuso. Lo tenemos asociado a algo espantoso, catigador, sucio y de sexo pagado con falta de higiene. Sin embargo el nombre es hermoso. Venéreas viene de Venus, la diosa del amor, en la mitología clásica, y eran precisamente las enfermedades del amor a las que se refiere.
Realmente un adjetivo magnífico, es una pena que lo hayamos destrozado al asociarlo a carteles [que hace unos años podías encontrarlos] diciendo: Enfermedades del hombre (¡Qué risa!), vergonzosas o secretas.
Otra forma culta de nombrarlas fue Cipridopatías, por lo mismo asociadas a la diosa de Chipre, Venus. Posteriormente se les ha llamado de una manera menos comprometida: ETS Enfermedades de Transmisión Sexual. Pero ya en el año 2000 han surgido discrepancias al respecto y se pide que las reformulemos como ITS, Infecciones de Transmisión Sexual, un término más específico.

FUENTE: Revista Desnudarse, de la Dra. Anabel Ochoa

Notas Adicionales:
Las infecciones de transmisión sexual (ITS) ―también conocidas como enfermedades de transmisión sexual (ETS), y antes como enfermedades venéreas― son un conjunto de afecciones clínicas infectocontagiosas que se transmiten de persona a persona por medio del contacto sexual que se produce, casi exclusivamente, durante las relaciones sexuales, incluido el sexo vaginal, el sexo anal y el sexo oral. Sin embargo, pueden transmitirse también por uso de jeringas contaminadas o por contacto con la sangre, y algunas de ellas pueden transmitirse durante el embarazo o el parto, desde la madre al hijo.
La mayor parte de las enfermedades de transmisión sexual son causadas por dos tipos de gérmenes: bacterias y virus, pero algunas también son causadas por hongos y protozoarios.
Para prevenir las ETS, es fundamental conocer su existencia, los medios de transmisión, optar por una conducta sexual segura, ya sea abstenerse del contacto sexual, tener pareja única o practicar el sexo seguro (mediante el uso del condón) y, en caso de presentar síntomas, acudir precozmente a la atención médica. También es imprescindible evitar compartir jeringas (para el consumo de sustancias adictivas, por ejemplo).


Tu espacio literario: Te Amo

Por: Paúl García Román



Te amo infinito, aun sabiendo que la vida es tan corta, 
te amo en silencio; te amo a gritos.

Te amo con mis tristezas y alegrías, te amo con la obscuridad de la noche y con la luz del día.

Te amo a la velocidad de la luz y con la lentitud que se evapora el mar azul

Te amo con las cuatro estaciones del año, con el cálido frío del invierno y el frío calor del verano

Te amo con mi paz interna, con la guerra que hay entre mis acciones y mis ideas

Te amo con la suavidad de mis palabras y con la tempestad que a veces se forma en mi mirada

Te amo con la verdad de nuestro pasado, la incertidumbre del presente, con la esperanza de nuestro futuro.


Te amé ayer, te amo hoy, mi amor siempre te amaré

Fuente: Fb

domingo, 5 de julio de 2015

Diccionario de sexualidad: Venereofobia

Por: Dra. Anabel Ochoa

Venereofobia: 

Es la fobia (horror enfermizo) a las enfermedades venéreas, y eso es una neurosis.

Infecciones de Tranmisión Sexual: El Herpes

Por: Dra. Anabel Ochoa

El herpes simple es un virus sumamente contagioso que pasa de un cuerpo a otro boca a boca, o con el sexo oral de pene a boca o vagina a boca y viceversa, es por eso que a este padecimiento se la ha llamado “enfermedad del beso”. Pero también se transmite desde luego por el coito, y más raramente por baños infectados o toallas aunque también es posible.
El herpes simple puede ser de dos tipos: el tipo 1 (HSV) asociado a labios, boca y cara; el tipo 2 (HSV-2) es el herpes genital. Transcurridos entre dos y veinte días del contagio (periodo de incubación) lo primero que aparece es una sensación de escozor, luego granitos o pequeñas llagas, ampollas, a veces con dolor de cabeza y fiebre. Esta es la fase contagiosa que durará más o menos una semana.
Después las lesiones de la piel desaparecen pero el virus sigue latente en el individuo y puede estar reapareciendo intermitentemente toda la vida, en boca o en genitales, según el tipo; puede ser rebelde, incurable, pero no provoca la muerte.
El tipo 1 es el causante de lo que conocemos como “fuegos”, tienden a repetirse una y otra vez, que por cierto en España se llaman “calenturas”. El condón y el sexo oral protegido son buenas medidas preventivas aunque no totales.

La palabra herpes viene del griego  (hérpein=arrastrarse) y es pariente del virus que ocasiona la varicela en la infancia. No confundir con el Herpes Zoster (zona) que es mucho más agresivo.

Fuente: Revista Desnudarse, de la Dra. Anabel Ochoa
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