Por: Dra. Anabel Ochoa
Realmente un
adjetivo magnífico, es una pena que lo hayamos destrozado al asociarlo a
carteles [que hace unos años podías encontrarlos] diciendo: Enfermedades del hombre (¡Qué risa!),
vergonzosas o secretas.
Otra forma
culta de nombrarlas fue Cipridopatías, por lo mismo asociadas a la diosa de
Chipre, Venus. Posteriormente se les ha llamado de una manera menos
comprometida: ETS Enfermedades de Transmisión Sexual. Pero ya en el año 2000
han surgido discrepancias al respecto y se pide que las reformulemos como ITS,
Infecciones de Transmisión Sexual, un término más específico.
FUENTE: Revista Desnudarse, de la Dra. Anabel Ochoa
FUENTE: Revista Desnudarse, de la Dra. Anabel Ochoa
Notas
Adicionales:
Las
infecciones de transmisión sexual (ITS) ―también conocidas como enfermedades de
transmisión sexual (ETS), y antes como enfermedades venéreas― son un conjunto
de afecciones clínicas infectocontagiosas que se transmiten de persona a
persona por medio del contacto sexual que se produce, casi exclusivamente,
durante las relaciones sexuales, incluido el sexo vaginal, el sexo anal y el
sexo oral. Sin embargo, pueden transmitirse también por uso de jeringas contaminadas
o por contacto con la sangre, y algunas de ellas pueden transmitirse durante el
embarazo o el parto, desde la madre al hijo.
La mayor
parte de las enfermedades de transmisión sexual son causadas por dos tipos de
gérmenes: bacterias y virus, pero algunas también son causadas por hongos y
protozoarios.
Para prevenir
las ETS, es fundamental conocer su existencia, los medios de transmisión, optar
por una conducta sexual segura, ya sea abstenerse del contacto sexual, tener
pareja única o practicar el sexo seguro (mediante el uso del condón) y, en caso
de presentar síntomas, acudir precozmente a la atención médica. También es
imprescindible evitar compartir jeringas (para el consumo de sustancias
adictivas, por ejemplo).
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