Por: Dra. Anabel Ochoa
Dicen los hombres que cuando
mujer es capaz de estrujar su pene con la musculatura de su vagina, es que “tiene
perrito”. Y mejor que te enteres cuanto antes porque más de una inocente, al saber
que su marido la abandonaba por otra que “tenía perrito”, acabó comprándose un
dóberman y no consiguió nada. Pero les advierto que es una gran tontería esto
de tener o no tener, puesto que los músculos genitales los puedes entrenar
voluntariamente cualquier mujer, a pesar de que normalmente son pasivos e
involuntarios. Un ejercicio fácil es practicar –una vez diaria—el detener
voluntariamente el chorro de la orina, y seguir, y detener,, y seguir. Esa misma
musculatura será la que luego pongas en marcha en la cama y podrás presumir de
buena amante, porque esta maniobra deja sin habla a los varones. Pero además es
interesante para evitar la flacidez que puede traer la edad o los numerosos
partos.
En
oriente, mediante las disciplinas del yoga, es frecuente manejar a voluntad
zonas del cuerpo de las que ni siquiera teníamos conciencia. En los
espectáculos porno de Tailandia se pueden ver mujeres que, sin más truco que su
entrenamiento, introducen en su vagina un plátano entero y lo expulsan pelado
como proyectil a gran distancia, o incluso llegan a destapar botellas de
refresco de la misma manera (¡Qué miedo para lo masculino!). Esto demuestra que
se trata de unos músculos realmente potentes, los mismos que intervienen en el
parto. Uno de ellos, precisamente llamado Pudendo, bien entrenado impide que
una mujer sea violada por fuerte que sea el agresor. Claro que a veces también
pueden ocurrir colapsos que cierren la vagina como un cepo, con un susto por
ejemplo al ser sorprendida en plena faena, y esa escena que parece tan chistosa
acaba en ambulancia, enganchados como perritos; solo inyectando un relajante a
la dama podrá de ahí sacar su pene el novio aterrado. Por eso, mejor planifica
tus encuentros para evitar disgustos.
FUENTE:
LIBRO: “Respuestas para vivir una sexualidad
inteligente y segura”
AUTOR: Dra. Anabel Ochoa
EDITORIAL: Selector, S.A. de C.V.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario