Por Dar. Anabel Ochoa
Ostiones:
Son afrodisíacos, no
cocinados sino crudos y vivos, aunque para notar su efecto hay que desayunarse
un mínimo de dos docenas con el estómago vacío.
Se cuenta que el famoso
Casanova fue capaz de seducir a dos monjas con ostras y champán. No se
recomienda tomar otro licor con ellos porque el sabor metálico es muy
desagradable. En España se llaman ostras. Sin duda son ricos en zinc, pero
además tienen un valor sensual, visual y táctil por su textura en la boca
además del olor marino que recuerda al sexo.
Los romanos los comían por
doquier para su virilidad y gustaban de clasificarlos en todas las costas que
conquistaban.
FUENTE: Revista Desnudarse de la Dra. Anabel Ochoa
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