domingo, 14 de junio de 2015

¿El deseo sexual disminuye con la edad?

Por Dra. Anabel Ochoa

El humano puede tener una sexualidad excelente toda su vida, y no tiene por qué acabar. Claro que cambia. Como cambiamos en todo lo demás. Puede variar la cantidad, no la calidad, y a veces incluso se gana ésta última. El hombre sano tendrá erecciones más allá de los noventa años –si el deseo del cuerpo aguanta—y ganas no le faltarán. El ángulo de inclinación del pene no será tan vertical, pero esto no afecta el gozo propio ni de su amante. Tal vez tarde un poco más en eyacular, pero esto de plano lo agradecerá su pareja. Es fácil que necesite más caricias para excitarse, una ventaja para entrenar y poder convertirse en buen amante, jugando con lo previo en lugar de “como burro en primavera”. Posiblemente disminuya la frecuencia, ni diario ni repeticiones en la misma noche. Todo es cuestión de ponerse de acuerdo, tomar afrodisíacos o jugar con otras caricias que no demandan el coito de penetración para nada. A este respecto, se cuenta que cuando el viejo Onasis se casó con la joven  Jackeline Kenedy, comentaba ante las risitas del público: “¿Quién dijo que el griego es una lengua muerta?”.
La mujer por su parte no tiene que abandonarse a la castidad por menopaúsicas, arrugas o exceso de abriles en su cuenta. El disfrute sexual no acaba con la última regla, al contrario puede convertirse en la mejor época sin tener que preocuparse. Tal vez aparezca algo de resequedad vaginal, fácil de resolver poniendo un lubricante o con tratamiento hormonal del ginecólogo.
Se suele confundir la capacidad sexual de gozar  con la fertilidad para tener hijos: El placer no tiene edad; la fertilidad se acaba cuando llega la menopausia y nunca en lo masculino.
Hombres y mujeres son víctimas de lo que la cultura trasnochada nos dice de ellos, se bloquean sin saberlo. Por desgracia los mitos del pasado nos hacen creer que, a partir de determinada edad  “Tú ya no estás para eso”. No te dejes, es mentira. Tampoco permitas que la sexualidad de los ancianos se vea como algo desagradable, tienen tanto derecho o más que tú, porque vitalmente se lo han ganado. Además su ternura y aprendizaje emocional pueden hacerlos más valiosos que la intempestiva condición hormonal de los años mozos. Esto conviene tenerlo en cuenta en el presente, porque las expectativas de vida del ser humano son cada vez más largas, y ni modo que vayamos a pasar un tercio de la existencia a dos velas.
Si aparece la impotencia consulta al médico, porque casi seguro habrá algún problema circulatorio, de diabetes, o estás tomando medicamentos (como quieres entonces que se te inflame), y hoy en día también todo esto tiene remedio.


FUENTE:

LIBRO:                     “Respuestas para vivir una sexualidad inteligente y segura”
AUTOR:                    Dra. Anabel Ochoa
EDITORIAL:             Selector, S.A. de C.V.

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