Tuviste la oportunidad de amarme,
de estar a mi lado la eternidad total;
de que te llevara a contar todas las estrellas del Universo,
de convertirte en mi dueña, de hecho, ya lo eras,
pero...también cometiste un error muy casual,
no valorar lo que ya era tuyo,
con todas sus palabras, parecía fácil,
así lo hacemos parecer todos los enamorados,
mas trastocaste los limites, y ahora, ¿Qué sigue?...
Me enojo o te agradezco,
en la primera opción, no habrá resultados;
en la segunda, dejaste un camino libre para cambiar planes,
y viene quien restablezca la normalidad, quien cure las heridas,
quien ocupe espacios vacíos, quien no pida oportunidades,
si no que intente hacer la mejor historia,
quien te aparta de la incertidumbre y le da sentido a cada día
donde aparece el sol o la lluvia, ¿Sabes?
Hoy dejo miles de historias atrás, de lo bueno, a magnificarlo;
de lo malo, a tomar aprendizajes para no repetirlo.
Veo mucha aceptación,
agradezco que un día fuiste la mejor y la única, o al menos eso creí;
agradezco también que hoy abres paso a la que reinicia
cualquier modo de hacer algo insuperable, tal vez, en otro lado,
con otra persona tu hagas lo máximo, lo increíble.
Yo por mi parte, en las cosas del amor, te considero mi maestra,
mi reto, te superaré, por lo pronto, entre los besos y suspiros que te dí,
ya estoy listo para dar lo mejor de mi, los mas perfeccionados,
los nuevos, los actuales, los que un día te harán falta a ti, mientras a mi me sobrarán.
Gregorio Robles P.
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