De los casos de la Dra. Anabel Ochoa
Matías, 19 años, estudiante de electrónica, Saltillo
Coahuila.
Dra. Quiero que me aclare una cosa. Mi novia juró que era
virgen, que yo era el primero, y le creí, por eso mismo también la estuve
respetando un rato. Pero ahora que al fin tuvimos relaciones, resulta que no
sangró y me sentí burlado. Mis amigos dicen que me vio la cara, que de seguro
ya estaba estrenada, pero que al final la propia naturaleza se encarga de
desmentir a las mentirosas. La odio, Dra. Ella además sigue mintiendo, ni aún
así lo reconoce, llore y llore se la pasa chillando y jurándome que no es
cierto, que ni ella misma se explica por qué no sangró, pero que es virgen. ¿Usted
cree Doctora? A veces se respeta muy poco la dignidad de los hombres, y se lo
digo porque usted tiene la manía de defender a las mujeres. Pues sepa que yo he
sido burlado y merezco alguna compensación.
La Dra. Anabel Ochoa Respondió:
Querido Matías, eres un payaso y un ignorante, lo lamento,
¡ah! Y lo mismo para tus amigotes. Lo primero te explicaré algo que debes de
saber antes de sentirte gratuitamente lastimado. Lo que de todas las mujeres
sangran es un mito, no es cierto, sólo lo hacen una de cada tres.
La membrana
del himen (la famosa “virginidad” femenina) es muy diferente en cada mujer,
según su constitución anatómica. En algunas es apenas como una telilla de araña
que con el más leve roce se bota, con pocos vasos sanguíneos y el desgarro no produce
hemorragia. En el otro extremo, hay mujeres que la tienen dura y rígida,
dolorosa y difícil de perforar, y tremendamente vascularizada teniendo
hemorragias hasta peligrosas que no ceden solas o que se repiten cada vez que
se intenta un nuevo coito.
En el término medio estarían aquellas mujeres que sangran un
poquito y ya. De modo que no le juegues al doctorcito ni al sabio, amigo
Matías, mejor informarse correctamente primero. Por otro lado, hay mujeres que
no habiendo conocido jamás varón, sin embargo no tienen himen porque
practicaron deporte, danza, etc., y en los primeros ejercicios se rompió solito
sin que se dieran cuenta. De cualquier manera que poco respeto y confianza
tienes hacia tu compañera, y que brutos tus cuates que para colmo te asesoran.
Ojalá esta regañada sirva para que platiques el asunto con ellos y cambien de
actitud, porque es grave que se manejen así las cosas. Es la dignidad de ella
que has pisoteado y no la tuya. Por cierto ¿Tú eres virgen o ya venías
“estrenado”?, no sé, tendremos que creer en tu palabra porque no tenemos como
hacerte la pruebita. Si no cambias de mentalidad desde luego no te aconsejo
seguir con la relación, no por ti sino para cuidarla a ella. Tal vez encuentres
al rato otra más espabilada que te diga lo mismo y te manche con unos higaditos
la sábana para que quedes contento, como han hecho las mujeres desde antaño
para defenderse de las acusaciones semejantes y no quedar en entredicho, como
posiblemente les hagan a tus amigos y ahora sí les están viendo la cara.
Finalmente, mejor preocúpate de ser el último, eso es lo
importante, y no el primero para acabar siendo cornudo si te cambian al rato
por otro. Sería bueno que distingas entre estrenar un carro y una mujer, son
cosas muy diferentes aunque te cueste creerlo.
Fuente: Revista Desnudarte, de la Dra. Anabel Ochoa
Fuente: Revista Desnudarte, de la Dra. Anabel Ochoa
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