Por: Dra. Anabel Ochoa
Tantra: Es una filosofía que apareció en la India hace más
de dos mil quinientos años, y en la que el sexo ritual se convierte en
protagonista de un anhelo de trascendencia que nada tiene que ver con la
promiscuidad o el exceso. Tantra identifica el cuerpo humano con el c´smos, y
cada uno es inconcebible sin el otro “yo” y “aquel” son funciones recíprocas
(en Tantra de Asin Cabrera y F. Elizalde, Editorial Analecta, 1980).
Se trata de aprovechar el impulso sexual para un despertar espiritual
mediante técnicas de yoga, diversos rituales, y mucha meditación. No se conoce
la antigüedad de los primeros textos pero se suponen muy anteriores a la era cristiana.
Durante largos años floreció en los diferentes estratos de la sociedad hindú y
también en el Tibet, en el S. VIII llegó
a China y en el S. XII a Japón, donde luego sería reprimido por el
Confucionismo puritano.
La consecución de un orgasmo sin eyaculación, de un “orgasmo
continuo” donde se supera lo físico en pos de la desaparición individual y el
logro de la trascendencia absoluta, es una de las técnicas de la realización
tántrica.
Resulta muy interesante las obras de arte producidas en
estos periodos y para estos fines: mandalas (imágenes de meditación),
representaciones del Yoni (genital femenino) y del Lingam (genital masculino),
catálogos gráficos de posturas y combinatoria (las representaciones del
Kamasutra o los frisos escultóricos en los templos de Kajuraho, en el norte de
la India), y un larguísimo etcétera.
Fuente: Revista Desnudarse, de la Dra. Anabel Ochoa
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