Por: Sr. Lu
El vello corporal en un hombre es un dilema contemporáneo
que no conoce una solución absoluta, a muchos nos encanta y a muchos otros no.
Lo que es innegable es que está en boca de todos… en el
sentido menos literal… a veces, por lo menos. La cultura popular nos ha hecho
creer que es cool quitarlo, para
luego cambiar de opinión y hacernos dejarlo crecer, para luego trimearlo, y después quitarlo de nuevo y
bueno… la historia es infinita.
El primer vello corporal nos crece aun estando en el útero,
se llama lanugo y desaparece al poco
tiempo después del nacimiento para ser remplazado por el vello normal, este no
tiene mucho pigmento, es débil y está presente en prácticamente toda la piel
excepto por las palmas de las manos y la planta de los pies.
Conforme vamos creciendo y produciendo más hormonas, los
vellos de ciertas zonas adquieren más densidad, profundidad y longitud y se les
conoce como “pelos intermedios” (pardon
my french) que son como los del abdomen de los chicos y las piernas y
antebrazos de todos. Y después ¡bam! Aparecen los “pelos terminales” que son
los de nuestras cabezas, zonas púbicas, axilas, y el pecho de los chavos.
A pesar de que cada tipo de vello tiene su función y
propósito en nuestro cuerpo como la producción de cebo para proteger los
folículos o la protección contra el sol, no es nada nueva la idea de removerlos
con fines ya sea estéticos o de higiene. Y es que la presencia de vello implica
una sudoración más abundante y por lo tanto la generación de olor no tan cool en nuestro cuerpo. Los primeros de
los que sabemos con certeza que lo practicaban eran los egipcios, quienes
usaban piedras a manera de navajas, los antiguos turcos inclusive ya tenían una
especia de crema para depilar… Lacôme my
socks! Y los intensos de los griegos solían literalmente arrancarlos uno
por uno… ¡mucha vanidad!
Ahora hablemos de la cantidad de vello corporal que tenemos;
por razones evolutivas (o por lo menos eso se cree) hemos perdido la mayoría
del vello de nuestros cuerpo, inclusive es bastante conocido que por ejemplo,
la raza caucásica es bastante más velluda, mientras que los africanos son casi
lampiños y la estructura de su vello es muy diferente. El vello de la piel de
las razas asiáticas es mucho más fino y nosotros (los latinos) estamos en un
punto intermedio, tenemos vello pero no es tan abundante.
Luego está la cuestión hereditaria, ya que factores como
hormonas, entorno, actividades, e inclusive la zona geográfica en la que
crecemos determinan la aparición de vello en nuestro cuerpo, el peso más grande
lo tiene el factor genético y así no hay ni cómo moverle. Hay un estudio
norteamericano que dice que entre más vello tienes más inteligente eres…
fuckers! El que lo hizo de seguro es un oso…
Nuestro vello corporal crece a determinada longitud y luego
se estaciona ahí de forma casi permanente, pero una vez que lo cortas, crece
ligeramente más rápido en verano y primavera, también se dice que la
anticipación al acto sexual estimula su crecimiento rápido. La persona promedio
pierde entre 100 y 150 vellos al día… pero adivina que: ¡Te crecen igual! Y no
creas eso de que si rasuras el vello te crece más grueso y más largo, es solo
que al cortarlo truncas las puntas del vello y puede parecer más ancho, pero hello no.
EN LA CUESTIÓN DE SI
ES O NO ATRACTIVO EL VELLO CORPORAL INTERVIENEN UNA GRAN CANTIDAD DE VARIABLES
TODAS ELLAS SON CULTURALES Y TIENE POCO O NADA QUE VER CON LO FISIOLÓGICO.
Por ejemplo, en las últimas décadas hemos visto una cantidad
enorme de tendencias en cuanto a vello corporal, desde los frondosos y
abundantes 70’s hasta lo minimalista de los inicios de los 2000’s. Y todo lo
que se desencadenó en el medio. Actualmente podemos ver que si bien el vello
corporal es tomado como signo de virilidad y masculinidad, el excesos de este
dan imagen de desaliño, nadie quiere tener que buscar el tesoro en medio del
selvático amazonas… Mantenerlo bajo control parece ser la opción que nos da
gusto a todos.
Los chicos que se han quedado calvos o que tienen zonas
donde el vello desapareció, no es como que se haya muerto su folículo, si no
que ha completado su ciclo, es decir que si viven lo suficiente verán como el
folículo se “reinicia” y les vuelve a crecer el cabello, sino tienes tanta
paciencia hay medicamentos como el minoxidil
que ayudan a estimular la actividad capilar, pero siempre, siempre consulta a
un médico antes de hacer o probar cualquier cosa.
Encuestas recientes muestran que casi el 90% de la población
mundial se da su “manita de gato” en diferentes zonas de su cuerpo, así que a
final de cuentas es una cuestión muy personal, ahora sabemos que la presencia
de vello no tiene nada que ver con la hombría y que de hecho procurar el propio
cuerpo en para un bienestar personal es algo que todos debemos hacer a diario.
Así que ¿cómo te gustan a tí? ¿Cómo te gusta andar a tí?
Fuente: soy homosensual.com
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