Por Rinna Riesenfeld*
Los bisexuales son poco comprendidos, se les cree homosexuales
no asumidos, gente confundida, se les
exige y se imagina que son incapaces de comprometerse en una relación amorosa. No
hay una bisexualidad, hay muchas. Esta orientación sexual tiene una diversidad
tremenda, igualmente la homo y la hetero; pero ésta, como tiene de las dos,
resulta más fascinante en ese sentido.
Hay gente que es bisexual en fantasía; quien se considera
heterosexual, pero de vez en cuando tiene sus “acostones” con personas del
mismo sexo; mientras que otros de repente tienen una relación diferente a la
acostumbrada, y les resulta satisfactoria, encontrar un paraíso de diversidad. En
relación a quienes piensan “no andaría con un bisexual porque no podría
competir con el sexo contrario, pues déjame decirte que el amor no es una
competencia. No es cuestión de la envoltura. Si la relación de pareja está
buena, no importa lo que haya en el mercado, la gente se va a quedar ahí.
Quienes opinan que la bisexualidad está de moda, pues la
experiencia humana siempre ha sido natural, sólo la rechazan, o la reprimen, o
la avalan las sociedades. La diferencia es que ahora existen los medios de
comunicación, y se visibiliza más un tema que ha existido siempre. A la
bisexualidad hay que aceptarla, no arreglarla, pues no es un problema a
resolver.
La bisexualidad en sí misma es
muy diversa y que nuestra sexualidad va de un lado a otro de la escala de
Kinsey a lo largo de nuestra vida y no
es estática, ni rigida. Es decir, que a diferencia de la monosexualidad total,
los bisexuales de todos los ámbitos siempre pueden esperar sorpresas en sus
vidas. De esta manera la sexualidad por lo tanto, se descubre a lo largo de la
vida. Existen varias formas de bisexualidad:
o Bisexualidad de vitrina: las
personas que tienen tantos miedos y prejuicios que no pueden ni siquiera
fantasear con un sexo distinto del que acostumbran [o del que les enseñaron].
o Bisexualidad en la fantasía:
Diferenciado de la práctica sexual y de la atracción. De la fantasía, no
necesariamente se pasa a la acción. Algunos deseos, por distintas causas,
siempre permanecen en nivel de fantasía, pero en ocasiones la fantasía funciona
como ensayo para más adelante explorar en la vida real.
o Bisexualidad experimental: gente que
alguna vez ha tenido experiencias con otro sexo del acostumbrado por diversas
razones.
o Bisexualidad momentánea: algunas
personas atraviesan una fase bisexual en un momento específica de la vida,
intentando descubrir cómo se sienten mejor.
o Bisexualidad circunstancial o situacional:
para algunas personas la bisexualidad se aparece bajo la forma de cierta
circunstancia especial o situación específica que las lleva a encuentros
sexuales voluntarios y además placenteros.
o Bisexualidad especifica: A veces una
persona se siente atraída por alguien de “x” sexo que no le había llamado la
atención, pero no porque haya empezado a gustarle la gente de ese sexo en
general, sino sólo esa persona.
o Bisexualidad periódica: hay quienes,
tras vivir una bisexualidad momentánea o específica, atraviesan por periodos en
los cuales su atracción por ambos sexos permanece latente o dormida, sin
aparecer acaso ni en la fantasía, y viven como heterosexuales u homosexuales,
hasta que de pronto reaparece cuando menos se la esperan. Se descubre así que
la bisexualidad no había estado constreñida a un único episodio o un solo
momento en la vida.
o Bisexualidad altérnate: hay quienes
viven su bisexualidad alternando entre mujeres y hombres, ya sea en la fantasía
o en la realidad. Pueden salir con un hombre, luego con otro hombre, luego una
mujer, luego otro hombre y después una mujer, por ejemplo.
o Bisexualidad simultánea: Son las
personas que necesitan tener cerca de un hombre y a una mujer al mismo tiempo.
Ya sea por fantasía, estar en una relación abierta con dos parejas a la vez (de
común acuerdo o no)… o formando tríos (no solo los bisexuales forman tríos). No
es necesariamente la bisexualidad más común.
Hay que aclarar que producir
mayor tasa de testosterona o de estrógenos no tiene que ver en dicha atracción.
Puedes producir muchos estrógenos y atraer a otra persona que produce muchos
estrógenos. De la misma manera puedes ser hembra y atraer a otras hembras sin
que por eso produzcas “x” cantidad de hormonas masculinas. Ciertamente la
embriología moderna ha demostrado que todos tenemos algo de hembras y algo de
machos, así como algo de femenino y algo de masculino. Pero ello no implica que
por el hecho de sentir atracción por el mismo sexo uno sea como el sexo contrario o tenga algo del sexo
contrario. Nada de eso, es simple atracción, como se suele decir a menudo, es
solamente química entre dos personas. Lo mismo pasa con los hombres afeminados
heterosexuales, no por fijarse en personas de su sexo contrario van a dejar de
ser afeminados ¿cierto?.
*Es una de las más reconocidas sexólogas de México, licenciada en Psicología con Maestría en Ciencias Sexológicas, cuenta con un Diplomado en Educación Sexual y una Especialidad en Psicoterapia Humanista y Gestalt. Certificada como Educadora de la Sexualidad en CAPSEX y Asociada a la Federación Mexicana de Educación Sexual y Sexología, A.C. (FEMESS)
Es autora de los libros: Papá , mamá , soy gay, guía para familiares y amigos de personas homosexuales, de editorial Grijalbo y el libroBisexualidades. Entre la homosexualidad y la heterosexualidad de editorial Paidós.
Es miembro fundador de la Asociación de Desarrollo Humano ADEHUM, México
Socia y co-directora de la primera librería especializada en educación y cultura de la Sexualidad El Armario Abierto.
Es autora de los libros: Papá , mamá , soy gay, guía para familiares y amigos de personas homosexuales, de editorial Grijalbo y el libroBisexualidades. Entre la homosexualidad y la heterosexualidad de editorial Paidós.
Es miembro fundador de la Asociación de Desarrollo Humano ADEHUM, México
Socia y co-directora de la primera librería especializada en educación y cultura de la Sexualidad El Armario Abierto.
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