Por la Dra. Anabel Ochoa
Si
un beso de por sí es maravilloso, mucho más en los rincones sagrados y en las
partes íntimas. Este beso lo disfruta el que lo da en cierta manera como
tributo y regalo al otro, pero sobre todo es tremendamente placentero para
quien lo está recibiendo.
La
boca es una cavidad húmeda y caliente, acogedora y muy bien provista de
músculos (todos los de la risa) para adecuar la forma. Además cuenta con la
magia de la lengua para poder hacer maravillas.
La
Fellatio (beso sexual al hombre) debe
hacerse suavemente al principio, lamiendo circularmente alrededor de la cabeza
del pene por debajo del surco [el algunos hombres, esto ocasiona que puede
perder erección] evitando los dientes por supuesto, [para evitar alguna lesión]
con movimientos de vaivén de toda la boca dentro fuera, y puede ayudarse con la
mano empleando la otra en acariciar suavemente los testículos o el ano.
El
ritmo se puede ir incrementando progresivamente, siempre atendiendo a la
respuesta del otro para no convertir esta maniobra en molestia.
A
la mujer se le puede besar toda la vulva (cunnilingus). Introducir incluso la
lengua en la vagina, pero el arte estará
en el manejo bucal del clítoris, sin brusquedad, con los mismos
condicionantes que el pene porque al fin y al cabo, comparte la estructura. La
posición llamada “69” permite hacerse sexo oral ambos mutuamente: Uno tendido
boca arriba, y el otro encima pero al revés, es decir, con su cabeza en sus pies
y sus pies en la cabeza. Es divertido como caricia ritual, pero no es fácil que
ambos logren el orgasmo simultáneo de esta manera porque variarán los ritmos y
al acelerar te despistas de la tarea y lo mismo lastimas a mordiscos al otro;
además,, si los cuerpos no son de estatura
similares olvídate de ello., porque en vez que los genitales tal vez te
quede a la altura de la boca la rodilla o el ombligo del otro.
Recuerden
los hombres que el amante francés está considerado por las mujeres como el
mejor del mundo, y ello es porque lo primero que hace en la cama es besarla
entre las piernas. En ambos casos, nada de soplar ¡Por favor!, esta es una
gracia que produce dolor e incluso puede traer desastrosas consecuencias
médicas. Si no es pareja segura, usa protección para estas caricias: Condón
para el pene, y plástico autoadherente (el mismo de los alimentos) para la
vulva.
Fuente: Revista Desnudarse de la Dra. Anabel Ochoa.
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