Por la Dra. Anabel Ochoa
Indispensable conocer los
rincones de los cuerpos y sus mecanismos para poder complacerlos. En la escuela
no estudiamos como estimular el clítoris –ni siquiera lo ubicamos- ni los
labios de la vulva, ni la vagina, ni
como encontrar el Punto G. Tampoco supimos de la sutil respuesta de los testículos, de las diferencias entre
manejar un pene circuncidado o entero, de los pezones masculinos, de la
sensibilidad del ano en todos nosotros. Ahora de adultos queda pendiente la
tarea para no hacer el oso con el cuerpo
propio y con el de la pareja.
Explorarse a solas es un
buen inicio, sobre todo las mujeres que ignoran su “cutis amoroso”, de piernas
abiertas frente a un espejo. Dos excelentes soluciones para todos: Buenos
libros con imágenes o explorarse los cuerpos mutuamente en clases prácticas..
Fuente: Revista Desnudarse de la Dra. Anabel Ochoa.
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