De los casos de la Dra. Anabel Ochoa
Leonardo,
39 años, arquitecto, México, DF.
Soy
homosexual, Doctora, pero ese no es el problema porque me tengo perfectamente
asumido y no dependo económicamente de nadie. Por fortuna en mi trabajo lo sabe
la mayoría y me respeta, es decir, no padezco el típico cuadro de verme burlado
o marginado por la sociedad. Muy al contrario mi problema es dentro del propio
ambiente gay. Por momentos me siento cada vez más solo. Al parecer para las
personas como nosotros no existe una opción que los antros, la promiscuidad sin
sentido, y meterse horas como malditos en los gimnasios porque en el momento
que no tienen un buen cuerpo ni te saludan. Ahora comprendo lo que han tenido
que sufrir las mujeres por siglos obligadas a ser bellas a riesgo de no valer
nada. Yo siento que comienzo a envejecer, que aunque tenga buen aspecto quiero
cultivar otras cosas en mi vida que no sea sólo la apariencia. A estas alturas
yo ya me soñaba con una relación estable de pareja, tranquilo, leyendo y yendo
al cine, paseando y viajando juntos, platicando de tantas cosas bellas de la
vida y haciéndonos crecer mutuamente. Pero al parecer no es así. Todos los
lugares de la ciudad de “ambiente” don fornicadores de “rapiditos” y luego “si
he te visto ni me acuerdo”, ya me harté Doctora, y me siento cada vez más solo
sin esperanza de futuro. ¿Qué puedo hacer?.
La Dra. Anabel Ochoa Respondió...
Tienes
mucha razón en quejarte porque lo que planteas es cierto. Por desgracia este
mundo que describes detalladamente es lo que más abunda, pero no lo único,
quiero que lo tengas presente. Sin duda nadie va a una disco a hablar de
filosofía, ni de ninguna otra cosa porque con la música sería inútil.
Los
homosexuales, al haber vivido tanto tiempo en la clandestinidad, han
desarrollado como buena parte de su cultura, el encuentro rápido, el que apura
el tiempo y a veces la falta de proyecto; pero no todos, insisto.
Existen
agrupaciones gays que se vinculan con otro tipo de intereses. En torno al Museo
del Chopo por ejemplo, la Semana Cultural Lésbico-Gay aglutina pintura, música,
escultura, danza, poesía y literatura en general, performance, etc. Otros
grupos como AMAC –y muchas más—trabajan en la lucha contra el SIDA, en el apoyo
de los derechos de las minorías sexuales a todos los niveles, con voluntariado
para dar apoyo telefónico gratuito, con reuniones alternativas frente al
consabido “ambiente”: Aquí incluso hay reuniones para gays mayores de 15 años
porque como tú bien señalas, a veces la manera de ver la vida y la problemática
es otra a la que tienen con 18 años.
Acércate
a ellos, nadie va a ir a buscarte a casa. Y si te puedes encontrar una buena
pareja estable, sosegada y tranquila si te lo propones, no es fácil –nada es
fácil— pero se puede, de ti depende. No te des por vencido que no estás solo.
Nota Adicional: En tu localidad, investiga que grupos o asociaciones civiles trabajan con minorías sexuales, realizan actividades sociales, talleres, conferencias, actividades altruistas para que puedas relacionarte e interactuar con otras personas de tus mismas preferencias, lo importante es no desesperarse ni quedarse callad@.
Nota Adicional: En tu localidad, investiga que grupos o asociaciones civiles trabajan con minorías sexuales, realizan actividades sociales, talleres, conferencias, actividades altruistas para que puedas relacionarte e interactuar con otras personas de tus mismas preferencias, lo importante es no desesperarse ni quedarse callad@.
FUENTE: Revista Desnudarse.
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