sábado, 30 de mayo de 2015

Pareja y sangre: Nos vamos a casar y tenemos el mismo tipo de sangre

De los Casos de la Dra. Anabel Ochoa

Linda, 22 años, administrativa, México, D.F.
Mi novio tiene 24 años y ambos tenemos una duda. Estoy próxima a casarme, pero tengo un grave problema. En los análisis pre-nupciales nos dieron como resultado a mi novio y a mí que tenemos la misma sangre. Nos queremos mucho y esto nos ha preocupado bastante. Ahora quiero saber qué puede ocurrir si pretendo formar una familia, y si nuestros hijos pueden tener ciertos problemas más adelante. ¿Estaremos haciendo lo correcto o es mejor que tomemos otra decisión? Te ruego me respondas porque falta poco para nuestra boda y no sabemos qué hacer.

La Dra. Anabel Ochoa Respondió…
Querida mía, te estas ahogando en un vaso de agua. No hay motivo de preocupación, no hay tal problema en lo que me planteas y, por desgracia, por culpa de la falta de información correcta, estamos confundiendo “la velocidad con el tocino” hasta al punto de arruinar dos vidas sin motivo alguno. Te explico…
El tener el mismo tipo de sangre no ningún impedimento de pareja de ni de hijos de ni de nada. Creo que te confundes con la llamada consanguinidad que no es exactamente esto sino que –a pesar de la palabra similar— se refiere a la cercanía entre parientes que repite las taras de la familia en vez de mejorarlas, pero que nada tiene que ver  con el tipo de sangre sino con los genes que nos aparecen en una prueba de este tipo. Verás…La sangre de la gente no se clasifica en mil tipos diversos catalogados a este nivel: A,B,O. Dentro de ellos hay una prueba añadida que es el Rh, que puede ser positivo o negativo en cada uno de ellos, es decir que hay A+ (A Positivo), -A (A Negativo), B+, -B; 0+, -0 y nada más. Este “Rh”, viene de la reacción que causa en un chango de la especie llamada Macucus Rhesus que se emplea para estudios de investigación, de manera que son positivos los que reaccionan como él y negativos los que no lo hacen. En realidad es una clasificación de laboratorio, no para impedir parejas sino solamente para saber que el día que te hagan una transfusión en caso de accidente has de recibir sangre de tu mismo tipo y no de otro. De modo que en este caso ¡Qué bueno que tengan la misma! Porque así podrán donarse entre ustedes en caso de apuro. Nadie puede pretender que una pareja no coincida en el tipo de sangre; de echo suele ocurrir más frecuentemente cuando perteneces a la misma raza sin problema alguno, y desde luego este hecho no genera ningún inconveniente ni tara para la descendencia.
Otro problema, si real, es la incompatibilidad sanguínea en la pareja a partir del segundo hijo, cuando ella es un grupo negativo y él positivo, pero fíjate que este no es tu caso y el tema lo reservo para otras situaciones que lo padezcan. Creo que a ambos se les confundieron los datos de la “mediociencia” y están alucinando barato sin motivo alguno. Otra cosa es cuando hablamos de gente consanguínea, pero no en cuanto al tipo de sangre exactamente sino referido a toda la carga genética que llevamos adentro, que, si no se refresca con células ajenas, repite los errores en vez de mejorarlos: La diabetes, la miopía, la artritis, la predisposición para el cáncer de tu familia, etc. Nada que ver con esto en tu caso, amiga.

Me duele y me conmueve las verdades a medias que llegan a traumar a una pareja que merece ser feliz y no lo es por falta de datos certeros. No es culpa de ustedes sino de todos nosotros, de la sociedad misma que maneja el ocultismo o los datos parciales para asustar a todo el mundo y no solucionar nada. Cásate Linda, vive la vida y sé feliz, ten cuantos hijos desees y puedas, y sé responsable con ellos sin preocuparte de estupideces mal entendidas. Les deseo lo mejor, parejita.

Fuente: Revista Desnudarse

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